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2014Aprender a Emprender: luces y sombras
“Piensa como un hombre de acción, actúa como un hombre de pensamiento” – Henry Bergson
Hace unos días un buen amigo compartía conmigo un estudio sobre las cifras de fracaso de las Pymes, y conveníamos que resultaban abrumadoras.
Como por todos es conocido, en nuestro país los esfuerzos se están centrando mucho en apoyar la creación de empresas, y puede parecer que pocos reparen en que existe un 80% de mortandad de esas empresas en los tres primeros años de actividad, y en que el 90% de ellas no llega a los diez años. Estos datos deberían hacernos reflexionar para preguntarnos si son indicativos de la existencia de una verdadera cultura emprendedora, y si el nivel de consolidación de la misma va a los ritmos adecuados.“Optimalismo” (optimismo con realismo), como dice uno de mis clientes.Personalmente creo que empoderar al emprendedor está bien, pero con una cierta dosis de realismo y de planificación, que actualmente echo en falta en esta fiesta del emprendedurismo en España.Creo que nos falta mucho camino por recorrer para que en nuestro país exista una cultura emprendedora consolidada, porque el espíritu empresarial que parece manifestarse en esta fiebre creativa de empresas, es más una respuesta a las oportunidades limitadas de nuestro mercado laboral, que lo que debería ser realmente: una OPCION de desarrollo personal y profesional a través de la elección de una forma de vida en la que priman deseos como la autonomía, los retos, la independencia y la libertad. Con cabeza, eso si.Aprender a emprender no debería verse como una obligación, una megatendencia, pues ello banaliza la carrera de fondo y de obstáculos que implica esta elección. Es necesaria la consolidación de la cultura emprendedora a largo plazo, y es un camino difícil que precisa de apoyos y esfuerzos sostenidos.Para mí es una elección, una elección vital para la que es preciso estar preparado y que requiere del desarrollo de habilidades tales como liderazgo, comunicación, resiliencia, organización, planificación…, además de conocimiento sobre los pros y los contras, y la capacidad de asumir riesgos.Esta elección solo se convierte en viable si se combina con pensamiento estratégico y una buena gestión operativa, porque en definitiva, ser empresario es gestionar una serie de recursos humanos, financieros y materiales con el fin de producir bienes y servicios que respondan a una necesidad REAL del mercado.Leo, veo, escucho en los últimos tiempos movimientos de emprendedores, de talento, hacia nuevos mercados emergentes, ya sea LATAM, ASIA, etc… que me hacen preguntarme:

- ¿Conocen realmente los sectores y mercados que pueden hacerles emprender con éxito?
- ¿Conocen los hábitos de los consumidores en los países de destino, su cultura, su protocolo?
- ¿Saben cuáles son las claves para implantar o replicar el modelo de negocio con éxito?
- ¿Están dispuestos a asumir el esfuerzo de vivir en otro país, en otra cultura, algunos llevando en esta aventura a sus familias?