Jessica Hagy decía en un
artículo de la revista Forbes que no se consiguen cosas increíbles sin la ayuda de los demás, y que
con el equipo adecuado puedes formar una red de conexiones que te permita convertir algo aparentemente imposible en algo prácticamente inevitable. Detrás de estas inspiradoras palabras se esconde la verdadera esencia del
poder del equipo. Pero no nos engañemos. Para que realmente sea
mejor trabajar en equipo es necesario contar con las personas adecuadas y, sobre todo, con un ejercicio de liderazgo que no siempre es fácil encontrar en las organizaciones. Hagy indica en su artículo que conviene tener seis tipos diferentes de personas cerca:
El inspirador: Alguien que te empuja, que te hace pensar; alguien que te hace levantarte, ir, intentarlo y hacer que las cosas ocurran. Es una persona enérgica y entusiasta. Es
la voz de la inspiración.
El fan: Esta persona es tu mayor seguidor, un gran admirador de tu persona y tu trabajo. Es importante que esta persona se sienta recompensada y vinculada a ti. Es
la voz de la motivación.El ´Pepito Grillo`: Te hace preguntas incómodas y ve los problemas antes de que aparezcan. Quiere que tengas éxito y al mismo tiempo que estés seguro. Es
la voz de la razón.
El ejecutor: Te exige que las tareas se hagan. Si tiene que hacerlo de forma beligerante, lo hace. Quiere asegurarse de que se cumplen fechas y objetivos. Es
la voz del progreso.
El conector. Esta persona te puede ayudar a encontrar nuevos caminos y aliados. Te ayuda a convertir problemas en oportunidades. Necesitas a esta persona para llegar a personas y lugares a los que no puedes acceder. Es
la voz de la cooperación y la comunidad.
El ejemplo: Es tu mentor, tu héroe. Es la persona a la que quieres emular. Es tu guía, alguien cuya presencia es un constante recordatorio de que tú también puedes hacer cosas fantásticas. Quieres que esta persona esté orgullosa de ti. Es
la voz de la verdadera autoridad (en el sentido clásico de
auctoritas).
Pues bien, si a nivel personal puede resultar muy deseable tener estos perfiles a mano, en el plano profesional y más concretamente a la hora de trabajar en equipo, se hace imprescindible
crear el contexto adecuado con un liderazgo inspirador y movilizador, favorable al desarrollo de todas las capacidades individuales de los integrantes del mismo al servicio del propósito común.Para ello
el coaching de equipos se presenta como una herramienta fundamental ya que es capaz de impactar desde tres perspectivas diferentes, pero muy complementarias al mismo tiempo:
- Fomenta la diversidad y facilita la exploración de diferentes opciones
- Identifica las necesidades del equipo en términos de aprendizaje, experiencias y recursos, y los consiguientes planes de acción para abordarlas de forma óptima
- Explicita las potenciales barreras que están impidiendo que el equipo desarrolle todo su potencial y alcance la visión deseada
Así, a través del
coaching de equipos, se consigue generar la motivación, la determinación y el compromiso necesarios para alcanzar unos objetivos sorprendentes que antes parecían imposibles. Existen multitud de ejemplos que avalan esta metodología. Compartimos aquí un par de testimonios: el de
Rafael Ortiz, de Graco y el de
Carolina Sanchiz, de SAGE.