jun
30
2014Mentoring, mentoring… ¡más mentoring, por favor!
“Muchas personas han ido más allá de lo que pensaban que podían, porque alguien pensó que podían”
Esta cita de Bob Proctor expresa la esencia de lo que define el mentoring.
Los mentores han ejercido una influencia muy positiva en mi vida. A lo largo de mi trayectoria profesional he tenido el privilegio de estar cerca de personas que han creído en mí y quisieron verme crecer; personas que me enseñaron diferentes formas de comunicarme y de resolver problemas, que me infundieron confianza, y que supieron proporcionarme un espacio seguro para compartir y aprender. Su apoyo fue de gran valor, y aun hoy me sigo aplicando la receta.
Seguramente es por esto que ser mentora es una de las actividades que más gratificante me resulta, y el mentoring, una de las herramientas en las que más creo y confío para el desarrollo de las personas.
Necesitamos más mentoring
Si alguna vez hubo un momento propicio para la puesta en marcha de programas de mentoring en las empresas, ese momento es ahora, en que los ajustes en los presupuestos están llevando a muchas de ellas a buscar con ahínco fórmulas que les permitan “hacer más con menos” –o con lo mismo.
En este contexto de recursos limitados y plazos muy ajustados, el mentoring empresarial se muestra como una alternativa bastante atractiva en términos de coste-beneficio, ya que permite abordar simultáneamente distintas necesidades en materia de gestión de personas, -y por tanto, de desarrollo del negocio:
- facilita y acelera la integración de las personas en nuevas posiciones,
- mejora la retención del talento,
- ayuda a desarrollar líderes, y
- favorece los procesos de relevo y sucesión